Mi amor por las motos partió desde muy pequeño, inspirado por mi papá quien era piloto de rally y enduro, un deportista al que admiro mucho. Recuerdo a los 5 años, donde todas las tardes mi papá me llevaba a la plaza a probar una CRF 50, fueron mis comienzos en el mundo de las motos.

Con el tiempo, comencé a competir, mi primer campeonato fue el SUPER KIDS y fueron varios años ahí, también tuve experiencia en motocross, pero cuando pasé a la CRF 150 R, que era una moto más grande y potente, realmente descubrí lo mucho que me gustaban.

En 2012 llegó el mundial enduro a Chile, solo tenía 12 años y recuerdo que después de haber visto esa carrera, soñaba todos los días con correr el mundial y ganarlo, cómo mi ídolo Antoine Meo. Veía videos en Youtube todos los días y no paraba de repetirle a mi papá que quería ir a correr el mundial, en ese momento, aún era muy lejana esa posibilidad.

Cuando tenía 17 años, se me dio la opción de poder cumplir mi sueño e irme a vivir a Europa, gracias al apoyo de mi papá y mi familia comenzó el camino hacia mi título mundial. Fue muy difícil estar lejos de mi familia y amigos, pero estaba muy mentalizado.